Esta historia pudo comenzar en mi niñez cuando por infección en la garganta me subía la temperatura hasta 40 grados centígrados. Tengo un vago recuerdo de que mi papá y mi mamá me llevaban cargado, muy temprano en la mañana al consultorio del dr Gómez Lince .
Luego supe que por esa fecha ... quizás... debido a las fiebres, apareció mi "problema" en la válvula AORTICA, que los doctores llamaban soplo. O tal vez esa afección cardíaca es una predisposición genética, heredada por línea materna a sus hijos varones ... ¡quien sabe!. Lo cierto es que aquella dolencia no impidió una vida rica y una juventud muy alocada . Tampoco imposibilitó que hiciera trabajo voluntario, participara en prácticas de la defensa, subiera lomas, viajara a los 4 continentes , bailara empatando noche y día con un agotador trabajo en el aeropuerto. Mis tempranos 20 años fueron iguales a los de cualquiera de ustedes , llenos de sexo , droga y muuuucho rock.
En los 90s apareció el fantasma del sida entre las personas que me rodeaban ..... ese maldito mató a tantos de mis amigos ...... Y los que sobrevivimos sin infectarnos nos convertimos en "sobrevivientes tipo 1"
Pero esta historia pudo comenzar también el año 2005, cuando yo comenzaba una nueva relación sentimental con un guapísimo médico interno (en esa época) del Hospital "Luis Vernaza", relación que yo no me imaginaria que cambiaría totalmente el ritmo de mi vida.
Como es lógico mi nuevo amor empezó a poner mayor atención a mi salud que a las típicas en actividades de parejas .
Pasaron los años ...... Y como yo estaba destinado a estar entre gente grande ..... Pues mí bello amor alcanzó a tener una gran jefatura en el nuevo , reluciente y con tecnología de punta "Hospital Universitario de Guayaquil"
El joven Dr de esa institución médica , al hacerme un Ecocardiograma me preguntó que si yo sabia que tenía una "INSUFICIENCIA AORTICA SEVERA"..... le dije que no. ....Y confieso que dudé de ese diagnóstico porque era apenas un "joven médico" ...... Siempre me quedó la duda ...... Así que meses después decidí repetir el examen. ...Solamente para comprobar que el examen era certero , yo tenía que someterme en algún momento de mi vida madura a una cirugía de corazón abierto para un cambio de válvula AORTICA , pero cuya lesión en esos años era tan sola considerada leve.
Realmente, la única molestia que yo sentía era una opresión en el pecho y un poco de falta de aire cuando subía escaleras, algunas bastante altas por mi negativa a montar en elevadores debido a la claustrofobia. La arritmia que padecía desde un año atrás ni me la sentía. En mi interior tenía la ilusión de resolver mi mal con un cateter, procedimiento mucho menos invasivo que la de trabajar en mi corazón luego de convertir el esternón en dos piezas abiertas que permitieran la intervención quirúrgica del músculo cardiaco.
Mas, a finales del mes de mayo del año pasado, cuando en presencia de muchos médicos especialistas en el corazón , me hice el eco supe que mi suerte estaba echada: se trataba de una dolencia que necesitaba una operación a corazón abierto para arreglar un aterrrador problema de la válvula y cuyo nivel había pasado de leve .... A SEVERA.
A partir de este momento entra un nuevo actor a esta historia de mi vida ..... El cirujano cardio-toráxico Juan Carlos Medina , el que yo considero el "Iron man" del órgano más importante del cuerpo humano .
Las palabras de este "Tony Stark" de la salud , fueron claras y cortas : "sino te sometes a una cirugía puedes sufrir una muerte súbita y morir saliendo de este consultorio.
Lo primero que hice -y no se lo recomiendo a nadie- fue buscar todo tipo de información en INTERNET, desde el acto quirúrgico en si, sus riesgos y posibilidades, hasta las más mínimas complicaciones. Me fui creando una imagen de lo que pasaría conmigo en cada momento y no es aconsejable, porque en más de una oportunidad estuve a punto de renunciar y aceptar que me quedaba poco tiempo en este planeta. También supe que en cualquier lugar del mundo entre pruebas, consultas, análisis, válvula y el acto operatorio, mi proceso de cura no costaría menos de 86 mil dólares, dinero que nunca he visto ni en sueños.
Tomé la decisión de usar los servicios del instituto ecuatoriano de seguridad social .
En dónde la imagen del Dr Medina representa respeto , sabiduría , profesionalismo ,y una gran calidad humana.
PRIMERA PARADA: después de 2 años de negarme la realidad de mi salud , tomé la decisión de ingresar a la clínica Alcivar el 29 de Julio , para empezar con el primer procedimiento quirúrgico, el cual se llama arteriografía y que sinceramente duele menos que sacarse una muela y consiste en un estudio del estado de tu corazón ingresando por medio de tus arterias una infinidad de minúsculos aparatos .
SEGUNDA PARADA:
el miércoles 31 había llegado despierto y por mis propios pies al salón de operaciones en el que ya se habían realizado un sin número de intervenciones con cero mortalidad, a pesar de tratarse en su mayoría de casos muy complicados, un excelente average. En mi caso el Dr Arcentales cuidó como anestesiólogo de todo el proceso quirúrgico mientras me mantuvo vivo con el uso de circulación extracorpórea (máquina corazón pulmón). Lo último que recuerdo de ese día es la voz de mi gordo amado que había sido invitado a ver mi cirugía ..... Mi último recuerdo antes de los efectos de la anestesia es su voz diciéndome : "aquí estoy" .
TERCERA PARADA:
Desperté hasta 6 horas más tarde y sufrí por un tiempo la entubación, momentos que no olvidaré nunca por la sed y la desesperación que ocasiona ese utilísimo artefacto atravesado en la garganta.
Yo ya me encontraba en la "unidad de cuidados intensivos " en dónde pasaría las más horrorosas 48 hrs conectado a sueros , sondas y tubos ...... Y totalmente lúcido de lo que ocurre a mi alrededor .
48 horas que no sabes si es de día o de noche , 48 horas que no sabes a qué hora entra tu familia a visitarte , 48 horas escuchando todo tipo de sonido de los monitores que se encuentran a tu alrededor , 48 horas donde ves gente quejándose de dolor , 48 horas en donde vi un paciente queriéndose extubar el mismo y otro recibiendo la extremaunción.
La continua visita de diferentes médicos para "conversar" conmigo .... Las cuales más bien eran para determinar mi nivel de lucidez ..... Determinaron que tenía que salir de UCI .
CUARTA PARADA :
A las 48 horas exactas me enviaron una silla de ruedas para llevarme por fin a una habitación de la clínica ..... De ese momento sólo recuerdo la mirada de mi madre y la mirada de mi gordo ..... Y un extraño aplauso pero sincero , que me dieron los familiares de las otras personas que todavía se quedaban en la unidad de cuidados intensivos.
El 3 de Agosto casi anochecí en la habitación 204 , en el segundo piso de la clínica Alcivar . Al frio del aire acondicionado se unía el natural que hace por estos días en Guayaquil. Mis acompañantes llegaban tiritando y yo para que decir. La tos, ay, la tos, acostarme, levantarme y cualquier movimiento del tórax, ocasionaban el dolor agudo. Entonces valía como nunca que me masajearan la espalda, con suaves golpecitos a la vez que bebía agua de mis pomos siempre a mano.
El diligente y amable Dr. Caranqui, junto a una tropa de enfermeras, enfermeros,y otros trabajadores de servicio que se encargaron de hacer mi estancia postoperatoria un poco más agradable. Hasta de noche estaban pendientes de mi y para sacarme los restos de agujas, electrodos y otros artilugios propios de esa operación, tenían tal cuidado que no puedo decir que sentí un gran dolor en ninguna ocasión. Mi recuperación postoperatoria fue en total 10 días.
QUINTA PARADA : MI CASA
los primeros exámenes que me hicieron al ingresar a la clínica alcivar indicaban que yo tenía una estatura de 1.82 y pesaba 120 kilos ...... Al salir de la clínica para dirigirme a mi casa las últimas mediciones decían que mi estatura seguía exactamente igual pero que me peso rodeaba los 102 kilos . Yo había perdido unas 36 libras de peso en menos de 15 días .
Mi cambio físico era tan notorio , que las poquísimas personas que me fueron a visitar a la clínica no pudieron esconder su asombro del antes y el después de Martín.
Es por eso el motivo que yo le pedí a mi gordo restringir mis visitas hasta que yo me encuentre restablecido totalmente.
Aunque no he conseguido dormir diez horas seguidas como hacía antes de la intervención, ya concilio el sueño mejor y más temprano. Este trastorno se debe al estrés. No creo que exista una persona que se haya sometido a este proceso y no lo haya hecho con mucho temor y miles de dudas..... Hace un poco más de 15 días salí de mi casa con dos incógnitas: qué será de Jorge si me muero? Qué será de mis gatos si me muero?..... Pero hoy , ya sentado en mi cama , y tomándome un té ..... me doy cuenta que todavía no es hora de hacerme esas preguntas.
A más de quince días de haberme operado , me di cuenta que mi corazón era otro. Confieso que me asusté, hasta que me sumergí con placer en mi silencioso movimiento cardiaco.
Y si, decididamente, si pudiera volver el tiempo atrás me pondría de nuevo en manos del Dr Juan Carlos Medina (el Iron Man del wacho) y su equipo.
Ellos y ellas han posibilitado que hoy, después de ese viacrucis con sus estaciones y paradas singulares, yo tenga mayor calidad de vida y haya recuperado un placentero silencio cardiovascular que bien vale haber sufrido miedos y dolores.
Mis gracias infinitas a cada uno de ellos.